Los primeros pobladores de América.


Hasta hace unos años siempre se había pensado que los primeros pobladores de América eran de origen asiático y que pasaron desde Asia a Norteamérica a través del estrecho de Bering. El estrecho de Bering fue una unión terrestre que comunicaba Norteamérica con Asia oriental y que se pudo ser utilizada como puente de paso gracias a que en la última glaciación retrocedieron los mares y dejando al descubierto un terreno apto para pasar a nuestros antepasados. El retroceso de los mares, se produjo durante la glaciación debido a un aumento del agua congelada. Las latitudes más septentrionales del norte del planeta se cubrieron de profundas capas de hielo.

En fin, siempre se había pensado eso: hace 11.000 años los hombre pasaron por ese estrecho y llegaron al norte de América descubriendo , un nuevo mundo.

Pero después de 70 años dando en las clases la historia de la prehistoria y narrando los hechos antes descritos, resulta que se han dado cuenta de que probablemente estaban equivocados, o por lo menos, la información era incompleta.

Los primeros pobladores de América no pasaron solo por el estrecho de Bering hace unos 11.000 años. Sino que, migraron a través del Atlántico y/o a través del océano Pacífico desde Australia o la Polinesia. Esto ha molestado a mucha gente. Entre ellos, los indios américanos, masacrados y recluidos por los europeos colonizadores y que ahora con los nuevos descubrimientos, encuentran que pueden tener un origen europeo, que pueden tener el mismo origen que sus invasores.

Por lo visto hay varias pruebas que demuestran estas conclusiones, algunos huesos fosilizados encontrados, lanzas de sílex trabajadas de forma similar a las que se trabajaban en esa época en el sur de Francia, en fin... son muchas las evidencias que corroboran que la llegada a América se produjo no solo por el Estrecho de Bering, sino también por Europa y Oceanía en fechas anteriores.

¿Deberán cambiar los libros de historia ? Bueno, eso es otro tema e imagino que lo harán.

Por cierto, otro día os contaré cómo pudieron atravesar el Atlántico hace 15.000 años. Una proeza igual en importancia que al viaje a la luna.



Dólmenes y menhires: corrientes telúricas.


El hombre, a los largo de la historia, ha ido desarrollando un gran conocimiento sobre las cosas que nos rodean. Al trabajar con las ideas , para entender mejor nuestro entorno, nos separamos de la realidad, jugamos con ellas y nos separamos de la naturaleza. Pero nuestros antepasados estaban en relación directa con la naturaleza, la vivían y la sentían formando parte de ella. Era la naturaleza la que sustentaba y la que quitaba la vida, la que traía el frio o el calor, las manadas y la que ofrecía plantas curativas para nuestros antepasados.
Al estar más ligados a la naturaleza la sensibilidad que poseían era solo imaginable para las personas de hoy.
Pues bien, es de esta sensibilidad de la que voy a hablar hoy.
Mucho se ha hablado de las corrientes telúricas, corrientes energéticas que recorren la tierra y que afectan a los animales o personas que se encuentran en puntos de energía de estos flujos. Si uno de nosotros pasara por uno de esos puntos, lo más seguro es que no notáramos nada. Posiblemente, al cabo de un rato, sentiríamos un poco de nerviosismo o irritabilidad (y dependiendo de la sensibilidad de cada uno).
Pero nuestros antepasados las conocían y las apreciaban... y sin saber aun muy bien porqué, colocaban dólmenes o menhires donde encontraban un punto de energía. Estos estaban casi siempre colocados en lugares privilegiados, en nudos de corrientes telúricas que pueden ser de muy diverso orden: ya sean corrientes cuyas fuentes profundas nos sean desconocidos, surgidos sin duda del magma central, o bien de otras, más fácilmente determinables, surgidas de capas freáticas subterráneas.
La vida de la tierra pasaba por esos puntos y nuestros antepasados colocaron sus ofrendas, quien sabe, para evitar nuevas catástrofes o iniciarse en estos templos megalíticos en los secretos de la naturaleza... Algunos expertos piensan que los dólmenes eran " lugares donde las corrientes telúricas ejercían en el hombre una acción espiritual al situarse en un lugar donde "alienta el espíritu". (sin entrar en esoterismos, sino en sensibilidad y en energía que puede modificar la percepción ... no sé)
Existe todo un mundo sobre interpretaciones de estos dolmenes... si eso otro día hablaremos de eso.

Para más información sobre la formación de las corrientes telúricas, pincha aquí.

Decoración del cuerpo prehistórico.


Actualmente los piercings a modo de adorno del cuerpo se utilizan frecuentemente. Orejas, labios, nariz e incluso pene. Pero hace 30.000 años ya se colocaban ... también en el pene. La decoración fálica, hoy de moda, se pierde en la noche de los tiempos.

En la cueva de Vogelherd, en Alemania, en restos pertenecientes al Paleolítico superior se han encontrado muestran evidencias de que las perforaciones, los tatuajes y las escarificaciones eran habituales en los penes de los hombres.

Según los investigadores, que publicarán próximamente un estudio en The Journal of Urology, 42 piezas con inequívoca morfología fálica han sobrevivido hasta nuestros días en Europa. Y 30 de ellas, presentan incisiones o agujeros con un presunto "propósito decorativo". A su juicio, "estos diseños eran muy probablemente representaciones de escarificaciones, cortes, piercings y tatuajes".

Más allá de los gustos personales o las indicaciones médicas sobre estos tipos de adornos hay que recordar que actualmente hay tribus en India o América del sur que modifican la piel de sus penes. Y en todas las zonas del mundo, durante la historia del hombre, este ha adornado su cuerpo.








En fin, a los homo sapiens de hace 30.000 años también les gustaba engalanarse, como sabía... y no habría que escandalizarse cuando vemos en la tele chicos tatuados hasta la coronilla o piercings en el pene.

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