El primer homínido constructor.

No es por casualidad que al primer constructor de "casas" se les llamara Homo habilis (hombre hábil) . Un homínido destacado porque su cerebro aumentó de forma notable comparado con su posible antecesor, el Homo Australopithecus. El H. habilis se estima que pudo tener hasta 600 cm3 mientras que el H. Australopithecus poseía 450 cm3... una gran diferencia que se traducía en una mayor capacidad de raciocinio y por tanto en un mayor aporte tecnológico para la vida cotidiana. Un hombre diestro que confeccionaba y mejoraba las primeras herramientas y utensilios de caza.

La vida transcurría en la sabana. Atrás quedaban los bosques, y los árboles de los bosques que servían de cobijo para los antecesores del Habilis. Esto sucede en la actualidad con los grandes simios. Por ejemplo el gorila, que pastando por el día en tierra firme, por la noche, sube a refugiarse a las copas frondosas de los árboles y se acuesta en nidos que montan cada día.


El Homo habilis caminaba de forma bipeda, sus dos patas y sus posición más erguida le ahorraban energía y con el tiempo pudo recorrer por la sabana grandes distancias. El surgimiento de las primeras cabañas pudo originarse del siguiente modo:
En la sabana, cuando la noche se acercaba y se encontraban en mitad de la llanura, el H. habilis sentía el miedo paralizador que pudo vivir cuando oía el rugido de leones, la presencia de leopardos y las irritantes risotadas de hienas gigantes. Frente a estos peligros, la única solución que percibía le surgía del interior de su cabeza, una idea relacionada con su instinto. Se intentó contruir un refugio (lo más parecido a un nido en un árbol como habían hecho anteriormente en el bosque) con las ramas y grandes rocas de alrededor, amontonándolas y haciendo una "empalizada" donde se encontraban más seguros, al resguardo de sus potenciales depredadores. Con el tiempo, y dependiendo de los recursos de la zona, estos "nidos terrestre" fueron perfeccionándose, y aunque para nuestros ojos no dejarían de ser meros montones de rocas y ramas sin orden alguno, realmente cumplía una función vital para nuestro antepasado: albergar y cobijar el antepasado de nuestra especie.

Por cierto, el H. habilis hace aproximadamente 1,9 hasta 1,6 millones de años antes del presente.

2 comentarios:

  1. estoy impresionada osea esto esfuuuulll interesannnteeee

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    1. Si es verdad que es interesante. Gracias por comentar.

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